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El verdadero origen de Halloween: del Samhain celta a la Noche de Todos los Santos

🌾 Un cambio de estación, un cambio de mundo


Antes de ser una fiesta de disfraces, calabazas y dulces, Halloween marcaba un momento sagrado en el calendario celta: el final del verano y el comienzo del invierno.

Para los antiguos pueblos de Irlanda, Escocia y Gales, esta transición no era solo climática, sino espiritual y simbólica.

La festividad llamada Samhain (pronunciado sauin) celebraba la última cosecha del año. Era un tiempo de agradecimiento por los frutos recibidos y de preparación para los meses fríos, cuando la tierra “moría” temporalmente antes de renacer en primavera.

👉 En ese contexto, los celtas creían que en la noche del 31 de octubre el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos se hacía más delgado, permitiendo el contacto entre ambos planos.

No se trataba de un ritual oscuro, sino de una comunión con los ancestros, quienes eran honrados con ofrendas de comida, hogueras y rituales de protección.

📜 Fuente: Hutton, Ronald. “The Stations of the Sun: A History of the Ritual Year in Britain.” Oxford University Press, 1996.


🔥 Fuego, máscaras y protección: los símbolos del Samhain


Durante Samhain, las hogueras eran el centro de la celebración.

El fuego tenía un doble sentido:

Las personas apagaban los fuegos de sus hogares y los encendían de nuevo con una llama sagrada proveniente del fuego comunal. Era un acto de renovación y unidad.

Las máscaras o disfraces tenían también un propósito protector.

Se creía que al vestirse como espíritus o criaturas sobrenaturales, los vivos podían confundir a los fantasmas y evitar ser molestados.

Con el tiempo, esta práctica dio origen a la costumbre moderna de los disfraces de Halloween.

📜 Referencia: Danaher, Kevin. “The Year in Ireland: Irish Calendar Customs.” Mercier Press, 1972.


⛪ De Samhain a “All Hallows’ Eve”


Con la expansión del cristianismo por Europa, la Iglesia intentó integrar las costumbres paganas dentro de su propio calendario.

El Papa Gregorio III (731–741 d.C.) trasladó la festividad de Todos los Santos al 1 de noviembre, y más tarde el Papa Gregorio IV la extendió a toda la cristiandad.

De esta manera, la noche del 31 de octubre pasó a conocerse como “All Hallows’ Eve”, es decir, la víspera de Todos los Santos.

Con el paso del tiempo y la evolución lingüística, esa expresión se contrajo en inglés medio a “Hallowe’en” y finalmente a “Halloween”.

Así, una celebración agrícola y espiritual se transformó en una fiesta de transición entre lo terrenal y lo divino, aunque ya bajo el signo del cristianismo.

📜 Referencia: Santino, Jack. “Halloween and Other Festivals of Death and Life.” University of Tennessee Press, 1994.



🎃 Jack O’Lantern y la llegada a América


La tradición de tallar calabazas tiene un origen irlandés.

Cuenta una antigua leyenda sobre un hombre llamado “Jack el tacaño” (Stingy Jack), que engañó al diablo y fue condenado a vagar eternamente con una linterna hecha de un nabo ahuecado con una brasa en su interior.

Cuando los inmigrantes irlandeses llegaron a Estados Unidos en el siglo XIX, sustituyeron el nabo por la calabaza, más abundante en América, y así nació el icónico Jack O’Lantern, símbolo de la luz que guía y protege durante la noche de Halloween.

📜 Referencia: Rogers, Nicholas. “Halloween: From Pagan Ritual to Party Night.” Oxford University Press, 2002.


👻 “Trick or treat” y el espíritu de comunidad


El famoso “trick or treat” (dulce o truco) no es un invento moderno ni un ritual diabólico, sino una adaptación de antiguas costumbres cristianas medievales.

Durante el All Souls’ Day (Día de los Difuntos), los niños y pobres iban de casa en casa pidiendo “soul cakes” (pasteles de alma) a cambio de rezar por los difuntos de la familia.

Esta práctica, llamada souling, se mantuvo viva durante siglos y se mezcló con las tradiciones celtas y el folclore popular, dando lugar a la versión festiva que hoy conocemos.

📜 Referencia: Bannatyne, Lesley Pratt. “Halloween: An American Holiday, an American History.” Pelican Publishing, 1998.


💫 De lo sagrado a lo estético: la reinvención moderna


A lo largo del siglo XX, Halloween se fue desligando de toda connotación religiosa o espiritual, para transformarse en una fiesta cultural y creativa, especialmente en Estados Unidos.

Hollywood, la literatura y la industria del entretenimiento contribuyeron a construir el imaginario moderno: casas embrujadas, brujas simpáticas, fantasmas caricaturescos y decoraciones de colores naranjas y negros.

Hoy, Halloween es una celebración del arte, la imaginación y la teatralidad.

Desde un punto de vista simbólico, representa la reconciliación con lo desconocido, el aceptar la sombra (en el sentido junguiano) como parte de la experiencia humana, pero sin adoración ni malicia.


🌙 Halloween desde una mirada ecléctica

En Ecléctica, creemos que las tradiciones son espejos de la historia humana: cada una nace de la necesidad de comprender los ciclos de la naturaleza, el paso del tiempo y los misterios de la vida y la muerte.

Lejos de lo oscuro o maligno, Halloween es una metáfora del cambio, la transformación y la renovación.

Es la noche en que la humanidad, a través del fuego y la imaginación, aprendió a convivir con sus miedos y a celebrar la luz que persiste incluso en la oscuridad.

🕯️ Fuentes consultadas:


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