Elegir tu primer mazo de tarot u oráculo es un momento especial. No es solo una compra: es el inicio de un viaje personal, una herramienta para explorar intuición, autoconocimiento y, por qué no, un poco de magia cotidiana.
En esta guía te contamos la historia breve de estas cartas, las diferencias entre tarot y oráculo y algunos consejos para que encuentres el mazo que te haga decir: “¡es este!”.
Un poco de historia: de la corte a la intuición
El tarot nació en la Europa del Renacimiento. Los primeros registros datan del siglo XV en el norte de Italia, donde se usaba como un juego de cartas llamado tarocchi.
Recién en el siglo XVIII comenzó a vincularse con la adivinación y el esoterismo, gracias a ocultistas franceses como Antoine Court de Gébelin, que vieron en sus símbolos una clave mística.
Hoy, más que “adivinar el futuro”, muchas personas lo usan como un espejo interior, una herramienta de reflexión.
Los oráculos, en cambio, no tienen un formato fijo ni una cantidad de cartas determinada. Cada creador puede diseñar su propio sistema de símbolos y mensajes. Desde cartas con afirmaciones positivas hasta mazos inspirados en la mitología, su diversidad es su encanto.
Tarot u oráculo: ¿en qué se diferencian?
Características:
Número de cartas:
Tarot: 78 (22 arcanos mayores + 56 menores)
Oráculo: Variable: 20, 40, 60… depende del autor.
Estructura:
Tarot: Jerárquica y simbólica, mantiene los mismos palos y arquetipos
Oráculo: Libre, cada mazo tiene su propia lógica
Lectura:
Tarot: Requiere aprender un sistema tradicional
Oráculo: Más intuitivo, podés usar la guía del mazo
Enfoque
Tarot: Arquetipos universales, procesos de vida
Oráculo: Mensajes específicos, afirmaciones, energías temáticas
Si te atrae un camino más “clásico” y te gusta estudiar símbolos, el tarot puede enamorarte.
Si preferís algo más libre y directo, un oráculo puede ser tu aliado inicial.
Claves para encontrar tu primer mazo
1. Escuchá tu intuición
Puede sonar obvio, pero la primera regla es: que te guste. Colores, estilo de ilustración, sensación al verlo. Tu conexión personal vale más que la fama del mazo.
2. Pensá en tu objetivo
- ¿Querés aprender la estructura clásica y profundizar en arcanos? → Tarot Rider-Waite o Tarot de Marsella son los más recomendados para empezar.
- ¿Buscás mensajes rápidos para meditar o inspirarte? → Un oráculo de ángeles, diosas o afirmaciones puede ser ideal.
3. Tamaño y material
Si vas a barajar seguido, chequeá que el tamaño te resulte cómodo y que las cartas sean de un gramaje que no se deteriore rápido.
4. Manual o guía
Para comenzar, un mazo con librito explicativo es un gran aliado. Con el tiempo, tu interpretación personal crecerá, pero al inicio tener un punto de partida te da seguridad.
5. Rituales de bienvenida
Muchas tradiciones sugieren limpiar energéticamente el mazo antes del primer uso: un sahumo, un cuenco tibetano o simplemente una intención clara. No es obligación, pero puede hacer que el momento sea más significativo.
Mitos que podés dejar atrás
- “El primer tarot te lo tienen que regalar”: mito clásico. Podés comprártelo sin problemas. Lo importante es la energía con la que lo recibís.
- “Si no sabes el significado de memoria no podés tirar cartas”: ¡para nada! La práctica y la intuición valen tanto como la teoría.
Tu viaje empieza acá
En Eclectica encontrarás desde los clásicos Rider-Waite y Marsella, hasta oráculos de colección y kits completos para iniciar tu práctica: mazos, sahumerios, péndulos y paños para que armes tu propio ritual.
Elegir tu primer mazo es una experiencia personal; dejá que tu intuición te guíe y permitite descubrir el lenguaje de las cartas.
Fuentes y referencias
- Kaplan, S. R. The Encyclopedia of Tarot, 1978.
- De Gébelin, A. Le Monde Primitif, 1781.
- Place, R. A. The Tarot: History, Symbolism, and Divination, 2005.